De la inevitabilidad del Abismo
Lo tienes ahí delante. Sabes dónde está y la destrucción que alberga en sus entrañas, Nadie te empuja pero caminas inexorablemente hacia él, sofocado por la angustia.
Quedarse quieto no es una opción.
Líquidos purulentos, vapores asfixiantes y otros desechos debidos a bugs y malfunciones de la transmisión neuronal