Esperando a Caronte
Siento la Fortuna deslizarse entre mis dedos como si agua fuera. Solo puedo atrapar la humedad del momento.
No importa. Siempre tendré las manos frescas y sé que, al final, me sobrará un óbolo para pagar al Barquero.
Líquidos purulentos, vapores asfixiantes y otros desechos debidos a bugs y malfunciones de la transmisión neuronal
1 Comments:
Qué belleza. Las piedras del rio del texto siguiente anterior son sin duda pepitas de oro.
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