domingo, marzo 16, 2008

Esperando a Caronte

Siento la Fortuna deslizarse entre mis dedos como si agua fuera. Solo puedo atrapar la humedad del momento.
No importa. Siempre tendré las manos frescas y sé que, al final, me sobrará un óbolo para pagar al Barquero.

1 Comments:

Blogger michelín amarillo, ave migratoria said...

Qué belleza. Las piedras del rio del texto siguiente anterior son sin duda pepitas de oro.

4/18/2008 04:20:00 p. m.  

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