Vida en tiempo muerto
Vida entre paréntesis, planificando estrategias post-mortem.
Líquidos purulentos, vapores asfixiantes y otros desechos debidos a bugs y malfunciones de la transmisión neuronal
Soy un buen elaborador de salsas: buenos ingredientes, mucha dedicación y control exquisito del proceso. Es bello ver como todos devoran el guiso y se hacen cruces ensalzando la calidad del caldo.
Pero yo nunca tengo el control. No puedo navegar en mis salsas de diseño.
Solo mantengo el rumbo cuando surco mares ajenos.
Los sueños en color están mal vistos en los mundos monocromos.
La creatividad no está en la heterodoxia del sueño, sino en el arte de confeccionarle un bonito y ortodoxo disfraz acromático.
Cabría esperar que el ardoroso entusiasmo de juventud termine cuajando en lúcida estabilidad, fina sabiduría y maravilloso equilibrio psicosomático. Como oro puro en bolsa de cuero viejo.
Pero ¿Quién envejece así?
¿Qué es lo que nos hace hacer tan mal los deberes? ¿Qué es lo que nos impide convertirnos en suaves cantos rodados en lugar de áspera y espinosa roca caliza?
Siento la Fortuna deslizarse entre mis dedos como si agua fuera. Solo puedo atrapar la humedad del momento.
No importa. Siempre tendré las manos frescas y sé que, al final, me sobrará un óbolo para pagar al Barquero.
Lo tienes ahí delante. Sabes dónde está y la destrucción que alberga en sus entrañas, Nadie te empuja pero caminas inexorablemente hacia él, sofocado por la angustia.
Quedarse quieto no es una opción.
Todas las noches salgo al balcón y cuento las luces.
Todas las noches hay una menos y sé que se ha quemado en mis manos durante el día.
Todas las noches tengo un atisbo de la oscuridad que se avecina.
...Todas las noches.